El 19 de octubre se celebra oficialmente el Día Internacional de la Lucha contra el cáncer de mama con el objetivo de concienciar y recordar a las mujeres la importancia de este tipo de cáncer y las maneras que hay de prevenirlo y detectar anomalías a tiempo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las Américas representaron casi una cuarta parte de los nuevos casos de cáncer de mama en 2020. En América Latina y el Caribe, la proporción de mujeres afectadas por la enfermedad antes de los 50 años (32%) es mucho mayor que en América del Norte (19%).
A pesar de ser el cáncer más común y mortal en mujeres, ha habido un progreso notable en la detección temprana y el tratamiento en los países de altos ingresos, donde se ha registrado una disminución del 40% en la mortalidad por cáncer de mama entre 1980 y 2020. Esto se debe en gran parte a la implementación de programas de detección temprana y protocolos de tratamiento estandarizados.
El cáncer de mama se origina en las células y estructuras de las glándulas mamarias, y se clasifica en dos tipos principales:
1. Carcinoma ductal localizado: En este tipo, las células cancerosas se inician en los conductos del seno y pueden propagarse a otras partes del tejido mamario, incluyendo la formación de metástasis.
2. Carcinoma lobulillar in situ: En este caso, las células cancerosas se generan en los lobulillos de la mama y tienden a expandirse en el tejido mamario. Aunque se considera pre-maligno, aún existe riesgo de desarrollar metástasis.
Si notas alguna anomalía, sospechas de un problema o identificas cambios inusuales en tus senos, es fundamental que busques la opinión de un profesional de la salud. Un diagnóstico preciso a través de una valoración médica, estudios de imagen o, si es necesario, una biopsia, puede despejar cualquier incertidumbre y determinar el tratamiento adecuado.
La prevención es una parte fundamental en la lucha contra el cáncer de mama. Aunque no existen garantías absolutas, hay acciones que puedes tomar para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad:
1. Mantener una alimentación saludable: Opta por una dieta rica en fibra, verduras, frutas y proteínas, ya que estos alimentos están cargados de nutrientes y compuestos beneficiosos.
2. Evitar el consumo de alcohol y tabaco: Reducir o eliminar el consumo de estas sustancias puede disminuir el riesgo.
3. Realizar actividad física regularmente: Al menos 30 minutos al día de ejercicio pueden tener un impacto positivo en tu salud.
4. Examen clínico de mamas anual: A partir de cierta edad, programar una evaluación médica anual puede ser crucial.
5. Mastografías después de los 40: Estudios de detección de cáncer de mama, como la mastografía, son esenciales después de los 40 años.
Si tienes alguna pregunta o necesitas orientación sobre la prevención del cáncer de mama, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Nuestro equipo de expertos en salud está aquí para ayudarte.
Juntos, podemos combatir el cáncer de mama y trabajar hacia un mundo donde esta enfermedad sea cosa del pasado. ¡Únete a la lucha hoy!